Sí, compañeros, nada de eso cayó del cielo, nada de eso lo dio graciosamente la United.
Los trabajadores bananeros, con su firme y sostenida lucha, conquistaron esas mejoras,
mejoras que se reflejaron también, en parte,
en las otras secciones bananeras de Centro América.
Carlos Luis Fallas. Mamita Yunai
Foto de archivo
Cuando los primeros grupos de individuos como los clanes y las tribus se asentaron dando paso a la constitución de grandes sociedades y naciones, llegaron a la conclusión de que era indispensable organizar las actividades productivas para asegurarse el sustento y la supervivencia. Consecuentemente se dieron a la tarea de regular la relación de los hombres y mujeres con la tierra, naciendo el concepto de la propiedad, producto de esta nueva idea se formaron dos grupos de clases, por un lado, quienes eran dueños de la tierra y por tanto de la producción que se constituyeron como patronos, y por otro lado los encargados del trabajo de dar vida o crear, los empleados u obreros.
A raíz del proceso de transformación económica, social y tecnológica que tuvo lugar en el Reino de Gran Bretaña desde 1760 y hasta 1840 y que conocemos como la Revolución Industrial, se conforman los primeros grupos de trabajadores buscando organizarse para apoyarse mutuamente y luchar. Con el principal objetivo de paliar el desfavorecimiento y degradación de las condiciones de vida suyas y de sus familias. Sin embargo, desde sus inicios, esta asociación a la que se conoce como movimiento obrero ha sido objeto de persecución, acciones represivas y maltratos, para aquellas postrimeras épocas ya los Estados obedeciendo a la clase poseedora y oligarca la emprendían contra los trabajadores organizados, por ejemplo el Gobierno Inglés tomó la medida de prohibir mediante ley todo tipo de asociación de trabajadores. Pero gracias a la persistencia del movimiento obrero se logra que el Parlamento derogue éstas leyes, conquista que sería trascendental para la historia del sindicalismo.
Históricamente el mundo ha sido testigo de diversas luchas por parte los trabajadores, que han dado pasos grandes encaminados a que se haga conciencia de su situación y conseguir mejoras en su realidad, y se ha logrado a través de movilizaciones gremiales que tomaron fuerza para exigir cambios, alcanzando entonces conquistas en favor los derechos de la clase obrera.
Uno de los hechos de gran importancia en la historia de las luchas de las personas trabajadoras, fue la convocatoria de la Federación Estadounidense del Trabajo a una protesta el 1° de mayo de 1886, para exigir una jornada laboral de ocho horas, en aquel momento ya una nueva ley había otorgado ese derecho a los empleados de oficinas federales y de obras públicas, no así a los trabajadores industriales. “Esta huelga movilizó a unos trescientos cincuenta mil trabajadores de todo el país, concentrados en Chicago, el ambiente se tornaba cada vez más tenso; durante el discurso del anarquista Samuel Fielden, un desconocido lanzó una bomba contra las fuerzas policiales, un agente murió y hubo unos sesenta heridos, se desencadenó entonces el pánico y las autoridades abrieron fuego contra la multitud, el incidente provocó que treinta y ocho obreros murieran y un centenar de personas lesionadas. Varios dirigentes sindicales fueron ahorcados tras un cuestionado proceso judicial. “
A los obreros que perdieron su vida durante aquellas protestas se les recuerda como: Los mártires de Chicago, y desde entonces, los sindicatos ganaron terreno en todo el mundo.
Este hecho lamentable, marca drásticamente la historia, donde se refleja que si no hay sangre no hay conquista, y es ciertamente el que se conmemora con el día Internacional del trabajo, acordado en 1889 en el Congreso en París de la Segunda Internacional (organización formada por los partidos socialistas y laboristas).
Los derechos laborales son un tema que enfrenta nuevos retos cada vez, de tal modo que los gremios deben organizarse y establecer formas de protesta y defensa para proteger y hacer valer esos derechos que han sido ganados por gente valiente e inquebrantable desde el nacimiento de esta infame división de clases.
Según la Conred de los 1.871 incendios, 1.421 han sido forestales y 420 no forestales y a pesar de los esfuerzos de las brigadas contra incendios en todo el país, las cifras han ido en aumento.