Por Diego Molina Moreira
Comunicador del SINDEU
Foto con fines ilustrativos.
El artículo 62 de la Convención Colectiva de Trabajo de la UCR establece que “la Universidad (de Costa Rica) procurará espacios laborales libres de violencia, acoso y cualquier forma de discriminación, sustentados en los principios de autodeterminación de la persona, la dignidad y el respeto de los Derechos Humanos”.
Pero, ¿se cumple esto en la práctica?
Según Harold Chavarría Vásquez, Secretario General del Sindicato de Empleados de la UCR (SINDEU), “la Universidad, al igual que cualquier otra institución del país, tiene situaciones diversas en este sentido. En su mayoría la violencia se da por mandos medios y algunos directores. Se maneja como un secreto a voces que algunas personas quieren manejar la universidad como una finca personal, y eso implica que el sindicato tenga que intervenir”.
Por ejemplo, el SINDEU debe solicitar en muchos casos estudios de clima laboral para que sean personas expertas quienes indiquen qué situaciones negativas se dan en los centros de trabajo.
“Informes hay muchos donde se ha demostrado que hay jefes que amenazan a un grupo de trabajadores si no se someten a cierto tipo de ambiente laboral, donde sea esa persona la tenga la verdad absoluta,y nadie más pueda opinar”, señala Chavarría.
El Reglamento de la Universidad de Costa Rica en contra del hostigamiento en el trabajo o acoso laboral establece que algunas manifestaciones en las que se puede dar el acoso laboral son:
La Licda. Rosibel Solís Segura, abogada del SINDEU, comenta que en el sindicato lo que más se atienden son agresiones de tipo verbal, y también muchos casos de violencia basada en el género.
“Básicamente son comentarios discriminatorios entre compañeros, que son hostiles, que pretenden hacer sentir mal a la persona y que no esté a gusto en su centro de trabajo. En ocasiones han sido por parte de la jefatura. Se da mucho con interinos, principalmente con docentes. Lo que buscan muchas veces las jefaturas es crear un ambiente muy hostil para que la persona se vaya. También se dan comentarios que minimizan el papel de la mujer en un centro de trabajo”, explica Solís.
En estos casos, desde el sindicato se asesora a las personas para valorar si se puede presentar una denuncia y para que puedan documentar y probar esas manifestaciones de violencia. En casos de violencia de índole sexual la entidad encargada de llevar los casos es la Comisión Institucional contra el Hostigamiento Sexual.
“Cuando se recibe un caso, se escucha a la persona, se valora si se tiene los elementos necesarios para que esa persona plantee una denuncia por acoso. Si no tiene suficientes pruebas le damos sugerencias para ir creando prueba, porque una denuncia debe ir soportada por suficiente prueba documental, como mensajes de texto, llamadas telefónicas, correos, etc.”, señala la abogada.
Si bien el hostigamiento laboral consiste en conductas sistemáticas y persistentes, si se da una agresión aislada también se puede denunciar.
“No se debe tolerar ni una vez (la violencia). La persona viene y nos lo comenta y le damos asesoría. La gestión no es tanto legal, sino que le sugerimos realizar una gestión sindical. Si es el jefe inmediato el que agrede, se le comenta al superior de ese jefe, para ir documentando la situación y tratar de llegar a una solución. Ese superior debería dar solución y atención. Si no lo hace se sugiere ir escalando en jerarquías”, explica Solís.
Desde el punto de vista del Secretario General del SINDEU, si bien hay normativa sobre el acoso laboral y el acoso sexual, así como lo establecido en la Convención Colectiva, existe el desafío de que las autoridades garanticen su cumplimiento.
“El sindicato ha hecho esfuerzos para acompañar a las personas que sufren violencia, pero a veces hacemos las denuncias correspondientes y cuesta mucho que se aplique la normativa a las personas agresoras. Ha habido casos donde las autoridades le dan a las denuncias el “sueño de los justos” hasta que prescriben, lo cual no puede ser, porque debería haber justicia pronta y cumplida”, afirma Chavarría.
El Secretario opina que es necesario que las personas trabajadoras conozcan que existe la normativa, se asesoren y se empoderen para utilizarla a su favor. Por eso el SINDEU ha venido trabajando con la Oficina de Recursos Humanos y la Oficina de Bienestar y Salud para propiciar que más personas conozcan sus derechos.
“No simplemente es denunciar, hay que saber cómo denunciar. Los casos muchas veces se caen por temas técnicos. Hago un llamado para que las personas se acerquen al sindicato y les acompañemos a hacer la denuncia”, indica Chavarría.
El Secretario afirma que las personas trabajadoras de la UCR cada vez aceptan menos la violencia y se han estado manifestando.
“Los compañeros de SIEDIN dijeron ya basta de violencia por parte del director. Han sido la punta de lanza de personas que se han acercado al Sindicato para que les acompañen. También hemos recibido denuncias anónimas, porque así es el nivel de miedo que tiene la gente, de cosas que han sucedido en el Consejo Universitario y el Sindicato les da trámite”, dijo Chavarría.
El caso del SIEDIN (Sistema Editorial y de Difusión de la Investigación) mencionado se trata de una manifestación que realizaron más de 30 personas trabajadoras ante el Consejo Universitario para solicitar que cese el maltrato y acoso laboral por parte de la dirección y que la unidad de trabajo esté libre de violencia laboral. Pueden leer una nota completa sobre el tema en este enlace: https://www.sindeu.ucr.ac.cr/companeros-del-siedin-se-manifiestan-ante-el-consejo-universitario-por-ambiente-laboral-violento/
Chavarría recuerda que “la Convención Colectiva de Trabajo tiene rango de ley. El sindicato y las autoridades firmaron una ley que está por encima de cualquier normativa, y el artículo 62 busca espacios libres de violencia”.
Si usted es víctima de cualquier forma de violencia en su centro de trabajo puede acercarse al SINDEU para recibir acompañamiento.
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