Sindicalizarse o ser aplastado por quien ejerza el principio de autoridad
Foto con fines ilustrativos
En ocasión del comportamiento autocrático del Señor presidente de la República de Costa Rica, Rodrigo Alberto de Jesús Chaves Robles, quién de manera inconsulta compele a los(as) policías a cambiar el horario para afrontar la ola de criminalidad del país, aprovecho la circunstancia para reflexionar acerca de la institución del sindicalismo.
Iniciemos indicando que hablar de sindicalismo presupone hablar de trabajadores(as) que a partir de la libertad y el derecho humano que les asiste, se asocian, se organizan e interactúan para promover y/o defender en, con, desde y por intermedio de la institución sindical sus intereses a través de un instrumento legal que posee fundamento constitucional de ley profesional (art. 54 Constitución Política de Costa Rica) llamado convención colectiva.
Si se desea retrotraer a nivel histórico el origen de dicha institución, hoy convendría recordar o informarse de la situación en la cual vivían los y las trabajadoras, así como los niños que funcionaban como operarios en aquel período conocido en la Historia de la Cultura Occidental como la Revolución Industrial. El mismo se caracterizó por cambios estructurales de carácter laboral fomentados por el nacimiento y ascenso del maquinismo, aunado a la explotación y represión en contra de las clases obreras, hoy mayormente conocidas como proletariado.
Cabe agregar en este orden de cosas en lo concerniente a este mismo periodo histórico de la Revolución Industrial, que una de las características de este era la existencia de un régimen basado en un capitalismo liberal individualista, que evidentemente no promovía la posibilidad de asociación.
En lo concerniente a la historia del sindicalismo en Costa Rica, la misma podría ser dividida en diversas etapas ello según el autor(a) que sea utilizado, aquí se propone las siguientes etapas.
La primera es la etapa pre-sindical (1821-1889); durante este período no existían organizaciones sindicales formalizadas. Sin embargo, algunos trabajadores y artesanos se organizaron en ayuda mutua, hermandades religiosas y cooperativas.
La segunda corresponde a la etapa gremial (1889-1949); a partir de la creación de la Federación de Artesanos de Costa Rica en 1889, se inicia una etapa de organización y lucha gremial, que buscaba mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. En esta etapa surgieron diversos sindicatos y federaciones, como la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) en 1936.
La tercera etapa o periodo revolucionario (1949-1980); el cual se da tras la Revolución de 1948 y la creación de la Segunda República, y se impulsó una política de reformas sociales.
La cuarta y última etapa, post-neoliberal (1980-2023), aparece en el plano laboral una vez que el mercado asume el papel central en la sociedad costarricense y se suscitan reformas en el Estado que debilitan el Estado Social de Derecho. Se experimenta así una transformación económica y social importante, con la incorporación de nuevas tecnologías, la expansión de los servicios y la globalización. En este contexto, se ha registrado una tendencia hacia la flexibilización laboral y la precarización del trabajo, lo que ha llevado a que los sindicatos tengan que adaptarse y buscar nuevas formas de organización y acción
El sindicalismo es de alguna manera una institución que evidencia y ha mostrado, cómo diversos sectores sociales se encuentran en pugna por cuanto cada uno de ellos defiende intereses distintos y contradictorios. Para algunos(as) la disputa continúa y aún aparecen en la misma dos grandes actores trabajadores(as) y los(as) representantes o dueños(as) de la empresa. No obstante, en la lucha se insertan otros actores importantísimos como el Estado y sus gobernantes, además del mercado y sus representantes, en muchísimos casos apadrinados por las apologías del sistema neoliberal o los discursos reprobatorios de los sindicatos, especialmente los del sector público.
Por otro lado, según el diccionario de la Real Academia, hoy la palabra sindicalismo alude a tres cosas. Por un lado, se refiere al sindicalismo como un sistema, y efectivamente un sindicato es un sistema cerrado y abierto que se caracteriza por tener los tres elementos básicos para cualquier institución, a saber, un fundamento jurídico, una parte operativa de carácter administrativo y un sustrato económico que lo sostiene. Pero además alude al sindicalismo como un movimiento sindical, lo cual es cierto, pues el ejercicio obrero-sindical implica, compele en algunas ocasiones tomar difícil decisión de evidenciar y hacer ver en la sociedad civil las injusticias y/o matráfulas que se tejen contra los grupos más vulnerables. Por último, la RAE se refiere al sindicalismo como actitud sindical. Claro el sindicalismo es un talante, un carácter, una forma de ser que pone énfasis en las dinámicas de explotación propias de las sociedades de clases, neoliberales, individualizadoras.
En cuanto a los tipos de sindicatos, nuestro Código de Trabajo en Costa Rica, en su artículo 342 se especifica los cuatro tipos de sindicatos que hay, siendo estos según la ley, los gremiales, los de empresa, los industriales y los mixtos o de los oficios varios. Convendría para quien desee saber la especificidad de cada uno de ellos, leer el artículo en cuestión.
Indudablemente, el sindicalismo es una institución que ha beneficiado a los trabajadores(as), pero para todos y cada uno de los sindicatos indiscriminadamente del tipo de sindicato que sea (de salud, industrial, magisterial, etc), hoy se encuentran ante los desafíos a los cuales los enfrentan la implementación a nivel nacional, regional y mundial del modelo neoliberal, capitalista radical, qué hace retroceder las conquistas laborales y sociales hasta épocas homologables a la Revolución Industrial.
Considerando lo anterior, he aquí algunos de los muchos desafíos a los cuales se enfrenta el sindicalismo magisterial La pérdida de poder adquisitivo pues en Costa Rica los salarios de los docentes no han aumentado en proporción a la inflación, lo que ha reducido su poder adquisitivo y ha erosionado su capacidad de negociación. 2. La privatización de la educación es otro desafío dada la creciente tendencia a la privatización de la educación en diferentes regiones y países del mundo, lo cual ha debilitado la posición de los sindicatos magisteriales y ha puesto en riesgo la calidad y la equidad educativa. 3. La flexibilidad laboral que ha dado lugar a la precarización del trabajo docente, con contratos temporales y salarios bajos. 4. Otro aspecto importante pues se ha implementado en muchos otros países, es la presión para rendir cuentas lo que ha generado tensiones entre los sindicatos magisteriales y los gobiernos. 5. El desafío de la implementación de la tecnología educativa ha modificado el modo en que se enseña y se aprende, y ha llevado a cambios en las condiciones laborales de los docentes, así como a la necesidad de capacitación continua. 6. Indudablemente las transformaciones demográficas que se han dado en muchos países tienen un impacto significativo en la educación, lo que ha llevado a una mayor demanda de servicios educativos y a un aumento de la diversidad cultural y lingüística. 7. La presión política a la cual se enfrentan los sindicatos magisteriales para alinearse a las políticas de los gobiernos de turno, así como a avalar sus propuestas políticas educativas, puede reducir su capacidad de defensa de los intereses de los trabajadores de la educación. 8. Por último, la movilidad laboral de los docentes a nivel internacional ha llevado a una mayor competencia en el mercado laboral, y a una mayor presión sobre los salarios y las condiciones laborales.
Pero si hay desafíos debe haber posibles soluciones, y sin lugar a duda estas deben pasar por:
1.Los trabajadores(as) organizados(as) y con conciencia de su rol social.
2. La defensa y fortalecimiento de la negociación colectiva. Asimismo, la promoción de los términos y condiciones propios de la negociación colectiva.
3. El recurso a la huelga sigue siendo una táctica importante en la defensa de los acuerdos colectivos, los salarios o las malas condiciones de trabajo.
4. No cabe duda de que el principio de solidaridad sigue siendo medular en el pensamiento y actuar sindical, ello al apoyar a otros trabajadores(as) en huelga o boicotear a un trabajador que no está cumpliendo con los términos del convenio colectivo.
5. El uso del Derecho laboral para defender y consolidar aspectos legales importantísimos como, las horas de trabajo justas, los salarios justos y las condiciones de trabajo seguras.
6. La unificación y/o trabajo conjunto con otros movimientos sociales más amplios como el feminismo, los movimientos antirracistas o aquellos que buscan la justicia ambiental son un norte importante y sumamente fortalecedor de los sindicatos.
7. No es necesariamente inadecuado la existencia de vínculos con algunos partidos políticos, pues ello puede permitir y fomentar una presencia activa en la política nacional.
8. El fortalecimiento de la organización y la capacidad de negociación de los sindicatos a nivel nacional e internacional.
9. El desarrollo de estrategias de colaboración y alianzas con otros sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales, tal y como se indicó previamente.
10. Parece importante para lograr los cometidos del sindicalismo, la participación en los procesos políticos y en la toma de decisiones, así como hacer uso del derecho que les asiste para ser incluidos en los diseños de políticas y programas educativos.
11. La defensa de los derechos de los docentes y de los(as) estudiantes, incluida la lucha contra la privatización y la mercantilización de la educación.
12. La importancia de un desarrollo de una agenda de investigación y análisis crítico sobre la educación y las políticas públicas salta a la vista.
13. Se vuelve indispensable y clave para la actualidad, la promoción de la formación y la capacitación continua de los docentes, así como de la innovación educativa y tecnológica.
Las organizaciones de los(as) trabajadores(as) han tenido muchísimos contendores tanto internos en sus propios sindicatos como externos en otras instituciones en su propia nación o fuera. Para hoy existe otro desafío tremendo: la AI. Si bien es cierto, la labor es difícil, el resultado es plausible y basal para las generaciones futuras.
Escrito por
MS.c. Ricardo Soto Espinoza
Docente UCR y afiliado al SINDEU