A solicitud de los diputados, la contralora general, Marta Acosta, lanzó una estimación de los ahorros que generaría el proyecto de empleo público y llegó a la conclusión de que su aporte para paliar el déficit fiscal sería practicamente «nulo».
Según sus cálculos, el plan le economizaría al Gobierno central menos de un 0,05% del producto interno bruto (PIB), en momentos en que su faltante de recursos está en un 5,1% (estimación para el 2016). En dinero, se trata de un ahorro de ¢13.500 millones frente a un déficit de ¢1.380.500 millones.
En el caso de las instituciones descentralizadas, el proyecto de ley para limitar los pluses salariales sí propiciaría un ahorro equivalente a un 1% del PIB, casi ¢270.700 millones, pero este no tiene ningún efecto sobre el déficit fiscal.
«El efecto de este proyecto (sobre el déficit fiscal) es nulo, porque es un 0,05% de la partida de remuneraciones, ni siquiera es del Presupuesto (del Gobierno central)», dijo Acosta.
La contralora explicó que el ahorro para las descentralizadas se queda en las descentralizadas y no beneficia al Gobierno, el cual debe endeudarse para cumplir sus obligaciones en los pagos de la deuda pública, salarios, pensiones, transferencias a instituciones y obras.
«Lo ideal es que si la partida de remuneraciones en las instituciones baja, pues ellos tengan que presupuestar menos. Eso es un ahorro para la institución y para el sector público como tal, pero esos ahorros no afectan el déficil fiscal, que es ingresos versus gastos del Gobierno, no de las descentralizadas», declaró la funcionaria.